miércoles, 13 de junio de 2018

PUERTAS


Como las orquídeas noctámbulas,
las puertas tienen la mala costumbre
de estar cerradas a la luz del sol,
pero esa es solo una circunstancia aparente, hijo mío.
Que no hayan recibido la gracia
de estar humanizadas como las pantallas
o provistas de astucia
como las ardillas rojas,
no las hace infranqueables.
Necesitan de tu inteligencia, madre,
no es cierto que sus escotillas persistan
inmutables al canto de los jilgueros,
su terquedad es un simple artilugio
de los días de tormenta,
una maniobra escondida
del miedo a los rechazos.
La puertas requieren empujones,
una valentía como la de tu padre
cuando escribe el futuro
en cuadernos cuadriculados Avon.
Las puertas ocultan las oportunidades imposibles
son custodias de la imaginación prohibida
guardianas de pasadizos clandestinos
por donde deambula esa vida diferente
que buscan sin permiso los que insisten.
Son esos remolinos en la vereda
donde la persistencia de mi padre encuentra
lo que perdió en la mañana,
son las escoltas de un misterio que explica
cómo hacían el pan los egipcios.
Esos postigos son el extracto de malta
que le falta a tus comidas para igualarse
al nacimiento de las libélulas azules.
Son el derecho que pertenece a cualquiera
y te hacen creer, hijo mío, que le toca a unos pocos.

lunes, 24 de julio de 2017

EL PERRO


El perro está cansado de olfatearnos
tanta indiferencia en los tobillos.
Reparte su simpatía,
trata de levantarnos el ánimo,
se queda en una posición equidistante,
cuya exactitud controla con su hocico.

En cambio nosotros hemos perdido el olfato.
Desconocemos por completo
a dónde han ido a parar
nuestros preciosos líquenes,
simbiosis de tus hongos amarillos
y mis algas perfumadas.

El perro lo sabe.
Hemos perdido el cuadrante.
Y los acordes.

El tiempo ahora lo organizan los pañales
y la torre de cubos.

Las púas en nuestra epidermis
son imposibles de esquivar
en una casa tan pequeña.

Es tan triste encontrar
restos de nosotros
en cualquier artefacto del baño.

Por eso el perro llora.
Mueve su hocico
por todos los rincones de la casa,
está nervioso y trata
de armar su rompecabezas
de juntar una pieza con otra
unir un dolor a una caricia
pero sus nervios aumentan
porque no encuentra nada
olfatea,
sabe que los fragmentos
tienen que estar en alguna parte
que tienen que poder volver a unirse.

El perro observa
su hogar arrasado y melancólico
y está cansado,
ya no sabe qué hacer.

Y yo tampoco.


viernes, 3 de marzo de 2017

La música del camión


Tan, tan, tan / tan, tan, tan
Lo escucho cuando todos duermen,
es el camión de la basura
se lleva las sobras de nuestro día
las horas pútridas que no quisimos
conservar en casa,
pero en el apuro tiramos todo:
tan, tan, tan / tan, tan, tan
Se lleva las horas que no aprovechamos,
los poemas que no pudimos escribir.
En el comedor todavía hay olores,
perfumes que nadie quiere ponerse.
Y así otros días pasan
como segundos en cuenta regresiva
hasta que la luz se apaga
y el padre no concibe
que todavía queda la madrugada,
los planes dormidos,
las canciones por componer,
el quejido de nuestro hijo
cuando sueña
que su madre es sólo su madre.
Pero yo estoy despierta
para oír el camión de la basura
tan, tan, tan / tan, tan, tan
el motor que se enciende
y comprime las horas que tiré por error
explicando una vez más
que soy la misma de siempre
pero con las tetas más grandes y lácteas.
Tan, tan, tan / tan, tan, tan
Nuestro perro vigila que no me vaya,
que los cuide a todos,
que no cante demasiado fuerte.
Le acaricio la cabeza para que entienda
que mis cuerdas vocales están heridas
que mi cuerpo todavía está trémulo
y conmovido de dar a luz,
pero que ya se curarán con el tiempo
con las horas que siguen reproduciéndose,
y sobre todo con la alegría de ese niño
cuando se reconoce en mis ojos,
con su mirada enorme
que exige todo de mí
y que en un acto recíproco
es quien consigue
devolverme la vida.

jueves, 23 de octubre de 2014

El hule de Muñoz

Venía esquivando avenidas
atestadas de cajones de frutas,
era la mujer con el traje de hule.

Alguien que mendigaba guantes de látex
se me acercó
como si hubiera visto en mi investidura
una nueva deidad.

Pero teníamos hambre
y entonces peleamos como roedores rutinarios
que se mueren por unas sobras
de papas al horno
con las que se pueda hacer una tortilla.

Venció el mendigo, con sus ojos de silicona.
Tuvo más habilidades que yo
para el orégano y la páprika.

Por eso ahora me alejo de las cosas y la gente
y con mi hule de Muñoz hago un mantel,
mi cena es polvo de estrellas
y mirinda.


(dedicado a Alberto Muñoz)

jueves, 16 de octubre de 2014

Mientras espero

Mientras espero,
ese hombre sentado en la esquina oscura
se orina en sus pantalones azules de salir.

¿Qué más hacer?

No van a vencerme los olores asfixiantes
de esta noche afligida,
ni la televisión a todo volumen
de cada casa
en la que he entrado por error.

No podrá conmigo
la falta de espacio en mi cabeza
ni el tiempo apelmazado en las redes sociales
como un pastel de piel de asno
al que le faltó cocción.

¿Qué hacer?

Borrar los mensajes de texto
escritos en mayúsculas,
comprar la lupa con forma de tarjeta
y agarrar de los pelos a los niños
para que vuelvan a jugar al fútbol en la calle.

Lo voy a conseguir.

Aunque la humedad levante la alfombra
o descascare nuestras amorosas convicciones,
o aunque yo misma
me orine encima de este poema.

¿Qué importa?

A lo sumo las letras
van a quedar
levemente borroneadas.

sábado, 13 de abril de 2013

Cruzada

Las palabras no quieren
ser cómplices
de lo que voy a decir,
ya nada ni nadie da batalla.

Los soldados con pecheras
deliberan idioteces
profesando el silogismo de los noticieros.

Echo estragón y romero
a tanta inconsecuencia,
llevo mi escudo a la garganta.

Hay que machacar en el mortero
tanta prisa apócrifa,
hay que fusilar
a la palabra “despacio”.

Pero no se oyen más disparos
y en los cañones
ni siquiera queda incertidumbre.

El campo de batalla y de vergüenza
expone a los despojos
esparcidos en el caldo tibio
de la falta de sentido,
mutilados de los sueños que los hacían únicos
y sólo disponibles
para las causas de unos pocos
que se llenan la boca
con las letras
de la palabra social.

Una boletería vacía
dice que visitar la muestra
cuesta quince dólares azules.

Huele a crema pastelera y polvo de hornear
y el fuego ha cesado,
pero nadie salió con sus banderas blancas,
nadie decretó que no valían la pena
los esfuerzos, las pequeñas cosas.

Ninguno se ensañó particularmente con vos,
ni cuestionó tus decisiones,
nadie te disparó especialmente en el pecho.

Por propia voluntad
te dejaste confundir
con las otras geografías,
te declaraste vencido
sin demostrar las causas.

Ni siquiera, nadie, se molestó
en matarte.

martes, 18 de septiembre de 2012

Insulto

¿Te acordás?

Teníamos calles
de adoquín en los bolsillos,
brújulas insensatas
para mover la nariz
sobre lo furtivo.

Andábamos ebrios
de miel y mostaza
con la ropa justa
para no perdernos.

Teníamos cielo
en la piel de los pies,
zapatos de azúcar,
albatros fieles
volando por la casa.
Teníamos sol
en las botellas de vino,
cilantro fresco
plantado en el jardín,
monedas de otros países
para pagar el pan.

Teníamos convicción.
Nunca teníamos hambre.

¿Qué pasó con todos nosotros
que, de pronto,
fuimos prostituidos por el miedo?

martes, 19 de junio de 2012

I

Te queda bien
ese traje de condenado a muerte,
y las marcas de horca en tu cuello
y las cicatrices en las muñecas.

Pero también te oprimen
como una camisa de fuerza.

A nadie le importa
verte contemplar
lo irrecuperable de la noche.

¿Y a vos?

¿Te importa
el doblez
de estas invenciones,
o lo que sentías
al oler la frescura de la albahaca
o las medias secas
o cuál era tu nombre?

jueves, 5 de abril de 2012

Ofensiva

Como si hasta hoy nada
hubiera pasado,
ponés un pie dentro del mundo.
Indiferente
como un perro que desafía
la fidelidad a su amo.

Aceptás el peligro
de tu suerte quebradiza,
de que nadie advierta
ese perfume felino.

Insistí.
Insistís.

Clavás otro pie
en esta gran confusión.
El orgasmo contenido,
la mandíbula firme,
tu mirada disponiendo
cada presa en su lugar.

Imprudente,
como un aullido escandaloso,
como un héroe de pequeñas cosas,
como una herida infalible.

Insistís.
Cuerpo a tierra sobre el mundo,
tu mano derecha
apretando las raíces,
los colmillos implacables
mordiendo tu nuevo territorio.

Aunque parezca
que nada ha ocurrido hasta hoy.
Aunque todavía
alguien se atreva
a soltar
a los cazadores de tigres.

martes, 6 de marzo de 2012

En la pantalla

Hay un ministro
que se lamenta por la tragedia,
lo rodean
otras figuras de cera.

Todos parecen humanos.
La voz se oye quebrada,
pronuncia frases preciosas.

Cualquiera podría creerle.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Mientras llueve en el Reino de Suazilandia

Los locos deambulan en la noche
porque tienen miedo de volverse genios
el herpes zóster invade a los artistas
los deja ciegos para que no crean en su obra
los maestros se liman las uñas frente al pizarrón
y los alumnos juegan al ta-te-ti
con una navaja sobre el brazo del más débil
Tomi se baja los pantalones
en el café Vinilo pero ni siquiera se excita
un televisor encendido que nadie mira
ve a Candela dar sus primeros pasos y la aplaude
los trenes chorrean
empleados que se odian a sí mismos
la banda canta:
“dale turra agregame en el facebook”
y las chicas gritan que los aman
los supermercados asfixian a las cajeras
para que no tengan compasión
por las calles avanzan internados en coma
que se envidian mutuamente
las adolescentes de catorce años creen
que el futuro es un programa de televisión
llamado “Soñando por mostrar el culo”
los quince días de vacaciones ya no alcanzan
para querer ver de nuevo a los amigos
el amor se subasta en los bares
por menos de una cerveza
mientras tanto
sigue lloviendo en Suazilandia

y vos todavía te preguntás
por qué estamos tan solos.

miércoles, 25 de enero de 2012

Detrás del velo

Nadie te lo dice,
pero hay cadáveres
bebiendo tu cerveza en el bar,
ocupando la mitad de tu cama,
festejando en el balcón de tu gobierno,
diciéndote en línea cómo ser feliz.

Se disfrazan con escotes falsos
y camisas inútilmente caras,
se perfuman la podredumbre,
reforman sus cuerpos descompuestos
con modernas cirugías
y repiten frases impersonales, preciosas,
falsamente inocuas:
“tenés que pensar en el futuro”.

No va a quedar nada
si todo sigue igual.
La última oportunidad es
arrancarlo todo,
mirar detrás del velo,
oler con sutileza,
desear con voracidad,
oír con intuición,
formar una jauría
con los pocos seres vivos
que todavía respiran.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Precisión de las agujas

Esta estúpida sombra metida en la garganta
esta ratonera azul
a punto del asesinato
este sol injustamente apagado
este miedo
percibido sólo por los perros

no son nada

sólo cabos sueltos
pesadillas inconclusas
inutilidades rancias

no son nada, querida mía,
que pueda clavar en tus dedos
otras huellas distintas de las infalibles.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sospechas

Bueno, me digo,
lo que extraño es ese Paris escotado
que derrama de sus senos
las callecitas de Belleville
o la tenacidad del colombiano Poco loco
dispuesto a ser un borracho toda la vida
o caminar tres veces la misma calle
de una ciudad que no es la mía.

Descubrir que el mundo ofrece sus intimidades:
la impotencia de viajar en el metro de Moscú
o las puertas enmascaradas
donde esta ciudad helada revela sus secretos encendidos.

En otra parte los mástiles hacen péndulos
al ritmo de una canzonetta,
sobre un mar napoletano que se inquieta
cuando le caminan encima los turistas
y alguien grita: porta due, porta due!

Porque ahora sé
que ya no quedan amuletos en Roma
y volver ya no depende de una moneda
arrojada en la Fontana di Trevi,
sino que sólo vuelve aquél que fue mordido
por una pequeña certeza
en una esquina del Trastevere.

Mis cómplices. Mis pequeños rastros.
La ternura de los adictos de Dublin
y el peligro de tomarse una Smithwicks en Galway
y querer quedarse ahí toda la vida.

Sólo repaso mis encandilamientos:
oler la tierra donde nació mi abuelo
y donde las moscas revolotean
cerca de lo muerto.
Persuadirme de que hay algo más allá afuera,
en las intimidades del mundo.

Ahora, sólo miro por una ventana idéntica
a la de casi todos mis días:

que lo poco y lo mucho
son oficio de la fugacidad,
eso entiendo.

martes, 27 de septiembre de 2011

Afuera - adentro

Es cierto,
la calle está poblada de insectos
y, por supuesto,
el ruido del agua que corre
por el cordón de la vereda,
no te amenaza.

Un perro te sigue,
como si tuviera realmente
algo que decirte.
No va a ningún sitio en particular,
es liviano.

En cualquier parte hay una esquina,
un hombre frágil
o un farol con los vidrios rotos.
Su luz mortecina evidencia
que hay algo más en el fondo de las cosas.

Por eso deberías detenerte, reír,
suponer que nada sucede a tu alrededor
de una sola manera,
que necesariamente
lo inesperado te espera.
Sólo deberías ocuparte
de dejar una huella, una sola al menos,
una silueta imperfecta pero real,
un indicio incuestionable
de que lo intentaste todo.

martes, 2 de agosto de 2011

Doni per me


Dame
un plato de tagliatelle verdi
y tu obscenidad,
y una copa de vino rosso
servido por tus dedos
que se afinan hacia los extremos
como los de un pianista.

Dame
todas esas calles
que insinúan distanciarnos
y el tiempo que dice no encajar
en mi preciosa biblioteca.

Y si querés,
también tu desmesura
y un jugo de naranja
o tu antiguo cinismo.

Pero no me des nada
que se parezca a un “mi amor”
repetido por inercia
o cualquier otra cosa maravillosa
que hayas podido inventar
en tu otra vida
antes de conocerme.

domingo, 10 de julio de 2011

Poema interno


¿Vos te reís?
Pero no,
yo no podría salvarte.
Me falta praxis.
Y sobre todo
me falta universalidad,
porque sólo soy redentora
de mi propio caos.

viernes, 3 de junio de 2011

En esta casa

Un gesto impuntual
traiciona la mañana,
añade vacío a las existencias apócrifas.

Cualquier palabra
alude a las serpientes
que suplican sol y silencio,
aquí, donde no hay
nada prohibido.

En esta casa
hay puertas sin abrir todavía,
maravillas frágiles, racimos
y pálidos albatros
durmiendo en los roperos.

Las paredes son firmes,
impermeables,
sin cicatrices.

Acá podés encontrarme
cuando el tiempo se detiene,
cuando la lluvia confiesa su aridez
o cuando la claridad permite
desconfiar de los espejos.

lunes, 2 de mayo de 2011

Detrás de esa ventana

Querés que no te pregunten
otra vez
las mismas cosas,
que no te ofrezcan siempre
beber del mismo licor,
necesitás que dejen de mirarte
como si fueras un lienzo
prisionero del tiempo,
o dejar de verlos a todos ellos
incapaces del cambio.

Pero, ¿qué pasa ahora afuera,
detrás de esa ventana?

Ni siquiera un rumor
vuelve idéntico en su eco.
La noche agita sus horas
con inmoralidad
y algunos minutos te salpican la cara,
te escupen los ojos
con su filo brillante,
con su ardor incisivo.

Lo único que querés
es que todos rían y duerman,
que todos rían y perdonen
de una vez por todas,
mientras vos te suturás los ojos
y las incertidumbres,
como si nada hubiera pasado
hasta hoy
como si la vida, mañana
pudiera realmente
comenzar otra vez.

lunes, 18 de abril de 2011

Tutto il contrario

Sí, me estoy desvistiendo
a tu intemperie
pero nada es exactamente como lo ves
más bien todo lo contrario.

lunes, 4 de abril de 2011

Hoy

Vos sabés,
hay tanta abundancia
disponible ahí afuera para nosotros,
tanta oportunidad lamiendo
nuestras manos.

Pero los tiempos, igual,
son difíciles:
el aburrimiento ahora se hospeda
en todas las esquinas,
y en casi todos los bares,
y ni siquiera embriagado es capaz
de escupir una idea interesante.
Hay tanto hastío,
tanta infección en los discursos
y en las decisiones,
tanto estornudo ensordeciendo
las pasiones puras,
las horas sutilmente sensibles,
los gestos auténticos…

Por eso, vamos,
caminemos por la orilla
de esta ciudad corrupta y desangrada,
avancemos entre el aullido de las sirenas
sin impacientarnos.

Los carteles luminosos dicen
que no se pueden esperar milagros:
los perros se suicidan
tirándose como sonámbulos del puente
y los semáforos y los periodistas
intentan detenernos
compulsivamente
con las mismas advertencias inútiles.

La vida es una fugitiva, amor,
ya sabés,
no podemos esperar ingenuamente
que ella venga a buscarnos
o que la encontremos por casualidad
en nuestra plaza favorita,
tenemos que salir hoy mismo, juntos,
a perseguirla.

domingo, 3 de abril de 2011

Estreno de "Los mundos de Uli"


Los invito a ver la promo de "Los mundos de Uli", serie infantil de ficción y animación que escribí para Pakapaka junto a Nicolás Zalcman.

4 DE ABRIL ESTRENO para Pakapaka por Telecentro y por canal 9, aire.

En canal 9, la programación del canal sale de 07:00 a 08:30 hs. y por Telecentro los horarios son:

LUNES A VIERNES
00:00 - 00:15 / 02:30 - 02:45 / 07:30 - 07:45 / 15:30 - 15:45 /

SÁBADOS
00:30 - 00:45 / 12:00 - 12:15 / 14:30 - 14:45

DOMINGOS
07:30 - 07:45 / 10:00 - 10:15


domingo, 27 de marzo de 2011

Un día de estos

Tendría que escribir
alguna genialidad muy breve
para que así te entusiasmes
y leas este poema.

martes, 15 de marzo de 2011

Un plan

O mejor todavía,
negar los límites
que es igual a corromperlos,
animarnos a hacer de nosotros
un río tan ancho y correntoso
que sea imposible predecirlo.

O, si querés,
trazar un mapa improbable
sólo para adulterarlo
o confundirlo con encrucijadas
en esta búsqueda
prodigiosamente incierta.

Pero de ningún modo
duplicar una costumbre
ni estérilmente
repetir un beso.

martes, 1 de marzo de 2011

Sí,

Deberíamos irnos
inmediatamente de aquí
y celebrar un acto heroico
de esos que fueron olvidados
por la memoria de las ciudades
y que fingen la creación de la vida.

Uno de esos
en los que yo lloro como una idiota
y mi cuerpo tiembla
irracionalmente
envuelto en un calor furioso.

sábado, 19 de febrero de 2011

Un sábado cualquiera / bar / noche

No sé qué hago acá
tratando de mostrarles mis poemas.

Podría haber hecho algo
más adecuado a estos tiempos de miseria
como por ejemplo
salir por las noches de Buenos Aires
a conquistar hienas hambrientas.
Sólo hubiera hecho falta
dejar al descubierto alguna de mis curvas.

¿De qué se ríen?

Debajo del vestido,
mi cuerpo está lleno de señales de tránsito:
carteles que advierten sinuosidades,
túneles de tres metros de altura
o indicaciones de “paso”.

Pero estoy acá y pienso…
¿Y si ustedes hubieran salido
con una pequeña libreta
para anotar los trofeos
o los números de teléfono inútiles
a los que nunca llamarían?

¿Y si nos hubiéramos
quedado en nuestras casas?
Es una noche preciosa
para regocijarnos
en nuestra merecida soledad.

Pero ya es tarde, salimos.
Por eso, ya que estamos acá,
es mejor
que nos pongamos a hablar
de cosas sin importancia,
por ejemplo
preguntarnos quiénes éramos ayer
y, sobre todo,
porqué no inventamos ahora mismo
quiénes no seremos mañana.

miércoles, 9 de febrero de 2011

¿Porqué no hacés algo diferente este sábado 12 de febrero?


Mirá... te venís a las 22 hs al Ojo Rojo Bar, en el Pasaje Dellepiane 685 (Entre Viamonte y Tucumán). Es un bar, tomás algo como en cualquier otro bar, pero además tenés de yapa un recital de poesía y música que se llama "La cósmica terraza". Y el bar es muy lindo, en ese pasaje de Buenos Aires, dale... venite.

domingo, 6 de febrero de 2011

Si a pesar del riesgo

Está bien,
si estás dispuesto
a asumir el riesgo
voy a decirte alguna cosa más
mientras me desvisto
con la elegancia que caracteriza
a los jaguares.
Tomé el recaudo
de limar mis uñas
pero no puedo garantizarte
que no te enamores de mí
o lo que es peor
que mañana
cuando despertemos juntos
descubras que solamente soy una mujer
y que las exquisitas manchas de mi pelaje
eran sólo
simulaciones de mi lámpara
con agujeros.

lunes, 31 de enero de 2011

Conquista

Voy a conquistar el mundo
con mi minigonna[1],
podés venir conmigo
o apartarte
(me da risa la palabra “apartarse”
por eso la uso
para quitarle gravedad
a mi gran hazaña)
pero si venís conmigo
entonces voy a comprobar que es cierto
que no te asusta
mi lujuriosa inteligencia.



[1] Minigonna: minifalda, en italiano

domingo, 16 de enero de 2011

Lo mismo

antes
no comprendía
la disposición las nubes
en el umbral de la tierra
ni el significado de las manchas
en la arena
ni la ineficiencia del tiempo
cuando se detiene
o acelera
a merced del absurdo
ni
básicamente
porqué
tus ojos
tenían el color de un lago
debajo del sombrero

pero ahora que me atrevo
a sentarme
al pie del precipicio
ahora que ya no me asusta esa orilla
donde el abismo
no es más
que nuestra propia hondura
el espejo tierno
pero también el verdugo
que nos anuncia
lo que no somos

ahora
me siento capaz
de comprender todo
todo
o nada
que es lo mismo.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Todo lo demás

eso no tiene
ninguna importancia:
que seas un sobreviviente del abismo
donde descansan los lobos
o simplemente que renazcas otra vez
en lo que algunos llaman
tu única vida

no
eso es rutina
eso es como respirar

pero lo demás, sí:
que te rías un poco
de tanto absurdo
o que estallen tus lágrimas
que pegues la cara
a tus rodillas
y llores
como sólo pueden llorar
las ramas de un sauce

o dejarte derramar por las mareas
aunque sea jueves
o estés solo
o simplemente
no haya pasado nada
de lo que hubieras esperado

por eso digo, todo lo demás, sí:
dos o tres encuentros
que te devuelvan la sensibilidad
o te hagan blando como el mar
de las siete de la tarde
dos o tres coincidencias
que te hagan caer
que hagan que todo
caiga a tu alrededor
con el rugido
de un verdadero triunfo
uno que por fin
te sirva para algo
por ejemplo
para entender que estás vivo.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Verde y rojo

ya sé que le faltaba sal
pero creo que nunca me salió tan rica
la tarta de espinacas

¿viste el color?
verde y rojo: mi calma y mi euforia
y mi amor en los dedos
(debe haber sido eso)
mi amor en los dedos

porque todo lo demás es inevitable ¿sabés?
el calor del horno
los aromas
comprobar sin asombro
que nuestros discursos pueden ser falibles

o degustar el sabor
cuando la tarta está lista
mientras observamos que nuestros cuerpos
se desvanecen
mostrando su preciosa debilidad

después tragar cada bocado
como si devoráramos el ahora
esa falta de razones
las tantas imperfecciones que somos
o el descubrimiento de que no todo está inventado
detrás de mi cuello

y tu amor en los labios claro
(debe haber sido eso)
tu amor en los labios

y ahora que simplemente
recuerdo la tarta de espinacas
aparece esta lluvia que viene con ese olor urgente
con ese murmullo casi inaudible ¿lo escuchás?
susurra algo así como un te creo
o tal vez lo que dice es un te quiero.

domingo, 28 de noviembre de 2010

La noche bifurcada

yo tampoco sé bien
dónde estaría el principio
de todas estas cosas

pero me viene la urgencia de decir algo sobre el tiempo
por ejemplo preguntar
si una noche de diez horas
es una noche completa
o son dos noches tajadas en algún punto

no sé –dijiste -es un buen comienzo

y yo te creo
mientras la noche
ciertamente se bifurca
y empiezan nuestras disquisiciones
sobre los jugos de naranja y uva
o uva y naranja
y ahora somos tres
natural y alegremente tres

y tal vez por eso
se va borrando esa pregunta infructuosa
sobre los principios
y seguimos bebiendo
nuestras miradas y nuestros labios
en vasos de cerveza

quizás sólo esperamos que se pierda
esa manía de mirar los relojes inútilmente
cuando ya sabemos que el tiempo no nos importa
y ya no nos ocupa entender
dónde estaría el principio de todas estas cosas
porque hoy
sólo queremos disfrutar
de una exquisita incertidumbre.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Advertencias

que te sigas desnudando así
con esa desmesura metafórica
no me deja otra opción que mirarte

lo que me sorprende
es descubrir tu piel tatuada de voces
y de sonidos de animales salvajes
o tal vez sea más bien el silencio
lo que me produce cierta inquietud

no es que sea mi primera vez en la selva
de hecho
sé lo que es meterse hasta las rodillas
en sus ríos pantanosos
o encontrar la presa decapitada de un yaguareté
cuando está a punto de caer la noche

(como verás
eso es físicamente
mucho más peligroso)

el asunto acá
es que traigas tantas señales de advertencia
como si acercarse a vos
insinuara un riesgo irreversible

pero no soy una mujer muerta
me quedan muchas orillas del abismo por recorrer

por eso si vas a seguir desnudándote
te pediría al menos
que dejaras algunas palabras
algún indicio exento de advertencias
acurrucado ahí entre tus piernas.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Otra

por eso soy otra
y firmo la renuncia
a las exactitudes de los espejos
a las repeticiones persistentes
y a todo lo largo que se parezca a una espera
o a lo que fue mi pelo

me arriesgo ya sin mapa
a meterme de cabeza en esta jungla
donde el tiempo se empecina en continuar
aunque le pida a gritos un resquicio

allí encuentro otra vez tus ojos cotidianos
pero ahora veo al desconocido

lo que ocurre es que soy otra
otra que despierta sin miedo y sin euforia
con el mismo asombro
y con el mismo vacío
de quien recién nace.

jueves, 28 de octubre de 2010

El conjuro del agua


el agua clara
te muestra unos pies inquietos
que aman y espían
lo pequeño y lo misterioso
lo evidente y lo imperceptible

es cristalina
y trasluce las gotas turquesas
que copulan mansamente
que procrean la inmensidad
y la nombran Océano

te acaricia las piernas
con su lengua húmeda
te moja con el estallido de sus olas
para desteñir la rutina
que se te impregnó en la piel
para borrar el gesto repetido
de los días oscuros

el agua hace su conjuro
y te ubica otra vez
sobre los pies que te sostienen
te devuelve al centro al equilibrio
y logra minimizar tu sombra.

viernes, 1 de octubre de 2010

Los segundos mágicos

por ejemplo
vos sabés que no siempre tiene el mismo sentido
la palabra “Dostoievski”
o asumir un riesgo
ni que todo es invariablemente maravilloso
ni todo efímero
ni coincidir responde a tus reglas ni a las mías
(o sí)

sospecho que intuís perfectamente
esos segundos mágicos
que los percibís en el aire que estremece tu cuerpo
cuando te parás delante de un prodigio

o tal vez
lo que más adores de ellos
es que son la pausa en la que sabés realmente quién sos
y entonces, por fin, deja de haber espejos
que sean capaces de amputarte los ojos.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Sin

sin voz, sin vos, sin mí
agua extraviada que no fluye
que se estanca y empapa la tarde
y tiñe y destiñe

sin ánimo, sin calma, sin sol
con grietas en las paredes interiores
que se descascaran y ensucian
y gritan y callan, tan humedecidas

sin brújula, sin mapa, sin pies
tachaduras en el guión
una secuencia inorgánica
y el sin sentido y lo desechable
y empezar otra vez y ser fuerte

sin voz, sin vos, sin mí.

lunes, 26 de julio de 2010

Cartografía personal

entre los ruidos superpuestos y el silencio
te estás buscando
en la calle donde se derraman los hombres
y las orillas de los mares que inventás

tratás de detener ese avance involuntario
ese empujón del presente a la deriva
esa marea caótica que te convulsiona

te buscás en el frío invisible
en las lágrimas porque son transparentes
en esa pizca de sol al mediodía
que te recuerda que el aire puede ser más tibio

en la rutina indiferente
en los signos de interrogación
que procrean en el patio
en la ventana que te falta

en las pausas entre lo que ocurre y no
en el olvido
en todo lo que alguna vez dijiste
y en las palabras que ni siquiera conocés

recogés indicios
partes de vos extraviadas por el mundo
te buscás en el perdón
en el nombre Oportunidad
tratás de reencontrarte
en tus propias cicatrices.